Fíjate como es la vida que vuelvo hacerte protagonista de mi historia por unos minutos mientras escribo. Pero mantén la calma porque en ningún momento te voy a nombrar, ya por fin puedo dirigirme a ti desde muy lejos del rencor., más bien hablo desde la satisfacción de poder mirar atrás y recordar sin que se me haga un nudo en el estómago y se tensen mis músculos de rabia. ya no eres una espinita clavada en el alma, ya sólo eres alguien que me enseñó una lección.
Me enseñaste a ser precavida y no dejarme llevar tan solo por las palabras...
Ahora sé que lo que nos define, no es lo que decimos, si no lo que hacemos y cómo lo hacemos. Definitivamente el movimiento se demuestra andando.
Me enseñaste que no hay que aferrarse a nada ni a nadie, porque seria como arrastrar un lastre.
fuiste tan perjudicial para mi, que me impediste avanzar durante tiempo, Ahora eso mismo "el tiempo" cuido mucho dónde y con quien lo agoto, día que va día que no vuelve y ¿mi tiempo? mi tiempo es oro.
Sé que no podré cambiar nunca el pasado pero aprendí a cambiar su significado.
Me enseñaste a vivir un duelo, a vivir un
Ahora sé que nadie muere por nadie y que las despedidas a pesar del dolor que supone, con actitud y tiempo se superan.
Ahora sé que caminar con peso se puede, pero que si me libero de la carga conseguiré avanzar más rápido y más cómoda.
Me enseñaste a no mendigar ni amistad ni amor que lo importante es respetarse a uno mismo.
pero sobre todo me enseñaste TODO LO QUE MEREZCO , y que a pesar de los defectos que tenga, merezco que me traten con respeto algo que a ti se te quedó en el olvido y merezco vivir sin rencor.
Cuando mantienes resentimiento hacia una persona estás amarrado a esa persona o a esa situación, por un vínculo emocional que es más fuerte que el acero. Perdonar es la única forma de disolver ese vínculo y lograr la libertad, así que TE PERDONO.
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