Todos los que hemos tenido que afrontar la realidad del despecho después de una traición ,sabemos que no solo duele el engaño, si no que duele el creer que hemos sido culpables de lo sucedido por haber permitido que jugaran con nuestros sentimientos y los arrastraran por el fango de la infidelidad que nos deja vacios y con la esperanza rota para volver a creer en el amor.
nos deja un sentimiento marchito por haber creído en alguien que pisoteo no sólo un compromiso, sino también la lealtad , confianza y respeto , que exige un amor sano y puro.
hay personas que saben manejar el arte de las palabras no sólo para engañar y pintar escenarios inexistentes que saben hacerlos pasar por reales , y nosotros en la inocencia de un amor secuestrado por una máscara de bondad y lealtad , y nos dejamos llevar por un camino de mentiras , de personas que alardean de entregadas y honestas y respetuosas , proyectando que no necesitas nada más para ser feliz, y que reflejan en nosotros una felicidad falsa que nunca existió y que al final cargamos en nuestro pecho como el mayor dolor que alguien nos haya podido ocasionar..
Nunca imaginamos que alguien con quien compartimos tanta vida y tantos momentos pudiera tener un mundo alterno donde nosotros no existíamos.
NADIE QUE SE DIGNE AMAR A ALGUIEN SE JUSTIFICA EN EL ENGAÑO PARA BORRAR LAS DIFICULTADES DE UNA RELACIÓN. SIN IMPORTARLES A QUIEN DESTRUYAN EN SU CAMINO DE SOBERBIA DONDE IMPERA LA MISERIA DE UN SER SIN SENTIMIENTOS, QUE
CAMINA ERRANTE SIN EL MENOS ATISBO DE CULPABILIDAD, SIN REMORDIMIENTOS Y MUCHO MENOS CON EL SENTIMIENTO QUE SÓLO FLUYE DE UN CORAZÓN ARREPENTIDO Y HONESTO PARA PEDIR PERDÓN.
AL FINAL NOS VAMOS CON EL CORAZÓN DESTROZADO PERO CON NUESTRA DIGNIDAD INTACTA AL SABER QUE LO DIMOS TODO ,ASÍ NO VALIERA LA PENA.