Me encanta esta ruta, la que va bordeando los acantilados desde Ribadeo hasta la última playa de Barreiros, un remanso de paz de puro aire con olor y sabor a mar,
Hermosas playas llenas de recuerdos, de horas y horas pateandolas con el torpedo de rescate en la mano , ha sido sin duda, el trabajo que más me ha llenado, y el que más echaré de menos.